Hoy voy a escribiros un poco cómo ha sido mi experiencia en estos años en la carrera de enfermería.
Actualmente, julio, me encuentro ya en el último año de la carrera, me quedan solo 4 asignaturas y se acabo. Sinceramente tengo muchas ganas de terminar y ponerme a trabajar, han sido dos años intensos, duros. Yo la carrera lo he ido compaginando con el trabajo y no me ha parecido nada fácil compaginarlo con el trabajo. De hecho en algunas ocasiones me daban ganas de parar y abandonar algo porque la intensidad de las prácticas, el temario, la falta de tiempo, estrés, nerviosos… llegaban a un punto que o paras o explotas. Pero vamos a empezar desde cero…
Yo empecé el primer año de enfermería 2020/2021 compaginando asignaturas entre primero y segundo de carrera, ya que me habían convalidado algunas asignaturas por mis estudios de Podología la mayoría de convalidaciones que tuve fueron las asignaturas de primero. Para empezar me cogí todas las asignaturas de primero de carrera que me quedaban y la gran mayoría de las asignaturas de segundo de carrera; incluyendo los prácticos I y II de ambos cursos. Una pequeña locura cogerme los dos prácticos pero que valió la pena el esfuerzo.
En este primer curso, en cuanto a la parte teórica no tenía tantas asignaturas duras debido a las convalidaciones, por lo que asignaturas como anatomía, fisiología, farmacología, yo las tenía convalidadas. Sin embargo asignaturas que se me atascó de verdad fue Enfermería clínica I, Bioquímica. Fueron las dos principales que las saque en julio, porque no tenía tiempo de estudiarlas bien, mucho temario, poco tiempo pero al final asequibles poniendo el tiempo que se necesitan. Por las demás no tenía ningún problema, asequibles.
En cuanto a las rotaciones del primer año, mi primera rotación fue muy gracioso porque me sorprendí, me toco el Hospital Severo Ochoa en Leganés, en las consultas externas de cirugía vascular. Un departamento muy enfocado en la prevención, tratamiento de todo tipo de heridas, úlceras de origen vascular (la gran mayoría pie diabético). Me hizo mucha ilusión porque veía todo el día úlceras en los pies, en las piernas, y ahí aprendí mucho sobre la curación de las úlceras. Es verdad que soy podólogo, pero yo como profesional y en tres años que llevo ejerciendo la podología solamente me ha venido 2 minis ulceras, yo no suelo ver úlceras del pie, ni tratarlas. Es un campo que estoy más perdido.
No tuve problemas con las enfermeras, los cirujanos, los vasculares de todo el departamento. De hecho, el poder trabajar mano con mano con la enfermera aporto otras formar de ver las úlceras, pude ver como se trataban los vasculares con los médicos, las enfermeras y las auxiliares y era fantástico, con cualquier úlcera, con cualquier nuevo tratamiento era genial verlos a todos trabajar.
Mi segunda rotación de ese año nada de ver con el primero, me designaron a planta de hospitalización de cirugía general y estética del Hospital de la Vot. Algo completamente distinto, nada que ver pero me gusto mucho. No conocía la parte estética y hacen cada cosa que te quedas alucinando.
Y ya mi último rotatorio de ese mismo año me toco la planta de hospitalización de geriatría aguda en el Hospital central de la cruz roja. Un rotatorio bonito, cansado, ya las fechas no eran las mejores, el haber cogido los dos prácticos juntos, me toco el mes de mayo/junio con los exámenes finales y ya se notaba el cansancio de todo. En este rotatorio no se me olvidará nunca porque fue la primera vez que tuve contado con la muerte de un paciente de los muchos que veré a lo largo de mi vida. Pero siempre dicen que el primero no lo olvidas. Una experiencia muy bonita en este rotatorio.
En el curso 2021/2022 mi segundo curso cogí las asignaturas que me quedaban de segundo y las de tercero, dejándome una de tercero para cuarto. Si, un año muy muy intenso y sin ninguna duda del año que menos he dormido estudiando y renunciado o cerrando agendas para poder estudiar.
En cuanto las asignaturas teóricas me han gustado mucho, muy intensas pero las dos que más me han costado sin ninguna duda por como son por el temario y la dificultad fueron enfermería clínica II y materno-infantil . Dos asignaturas muy intensas, largas y que tienes que darles muchas horas, pero bastantes. Por las demás asignaturas bien, asequibles siempre que te pongas claro jajaja.
En cuanto al rotatorio de tercero, se dividía en dos rotatorios, en el primer cuatrimestre a mi me designaron rehabilitación neurológica de daño cerebral reversible en la fundación San José. He de decir que ha sido brutal, una super experiencia, lo que puedes ver ahí, lo que aprendes ahí y el contacto con el paciente mientras de rehabilitan es genial. El rotatorio donde he visto más pacientes llorar, ya sea porque han conseguido andar, ya sea porque conseguía mover un brazo o cualquier pequeña cosa que hacemos nosotros sin más pero que para ellos es un logro importante. Sin ninguna duda un super rotatorio que valoras mucho tu vida, la suerte que tienes y el ayudar a pasar por ese proceso a aquellas personas que por accidente han cambiado su vida. Rotatorio sensible y fuerte.
En el segundo cuatrimestre todo una revelación y un descubrimiento, Me toco Atención primaria en el Centro de Salud de uno del centro de Madrid. Yo cuando vi que me iba a centro de salud dice madre mía enserio??. Mi pensamiento fue así porque las asignaturas donde estudiar todo esto se llama Enfermería familiar y comunitaria y os prometo que para mi son un coñazo de estudiar estas. Pero apareces ahí y empiezas a trabajar y hacer el trabajo de enfermería y no tiene nada que ver con las asignaturas, ósea fue como un golpe de realidad. Fue un regalazo, un descubrimiento literal. El centro de salud me enamoro completamente.
Y ya pues me queda cuarto con la asignatura de tercero que me deje para este año. Ya no queda nada, está ya hecho!!
Estoy contento de haber arriesgado y entrado en estudiar enfermería. Pensaba que a lo mejor cometía un error o algo pero para nada, lo volvería a repetir otra vez sin ninguna duda!!