
Definitivamente los pies son los que mantienen la estabilidad de todo nuestro cuerpo. Sobre ellos recae la carga de mantenernos de pie y caminar. Por lo tanto, cuando hay una mala pisada se puede afectar tanto las articulaciones del pie y tobillo, como las de la rodilla e incluso la columna vertebral. Se puede decir que, si están mal, todo el cuerpo se puede ver afectado. Es importante estar atento de los diferentes síntomas que puede originar una mala pisada, que pueden aparecer desde que damos nuestro primer paso hasta en edad adulta, afectando también a deportistas, ya sea un deportista profesional hasta uno ocasional.
Un dolor de tobillo, rodilla o espalda puede tener su origen en el pie, lo que puede sugerir alteraciones en la biomecánica del pie o lo que coloquialmente se denomina “mala pisada”. Cuando estas lesiones no son detectadas a tiempo y tratadas de manera adecuada, pueden desencadenar en un dolor crónico, que empeore la calidad de vida del paciente. Se puede pensar que con reposo o aplicar tratamientos caseros se puede solucionar muchas cosas, pero al final pueden quedar dolores residuales secundarios a dichas lesiones.
Una “mala pisada” no solo perjudica a las rodillas (obliga a esta articulación a moverse de forma lateral, tratándose de un movimiento para lo que no está diseñada, ya que su movimiento natural es la de flexión-extensión), sino también puede afectar a músculos como el tensor de la fascia lata, que recorre la pierna por la parte lateral externa. La repetición de movimientos anormales es el origen de muchas alteraciones osteoarticulares como la artrosis y la contromalacia rotuliana y la aparición de condropatías o lesiones en el cartílago de la articulación, así como de diferentes lesiones musculares tales como bursitis de la pata de ganso o el síndrome de la cintilla ileotibial.
Si padece de molestias que no le permita su funcionalidad habitual, tales como no poder caminar bien, aparición de cojera o dolor permanente, debe buscar ayuda médica para recibir el mejor tratamiento.
Para corregir problemas de la pisada con frecuencia se utilizan plantillas. El podólogo realizará un estudio del pie, la pisada, la forma de caminar y de correr de la persona, con lo que se obtendrán los datos necesarios para un correcto diagnóstico y un certero tratamiento.
¿Cuáles son las lesiones más comunes ocasionadas por una mala pisada?
- En la espalda nos podemos encontrar con hernias de disco y lumbalgias.
- En la pelvis / cadera nos podemos encontrar con el síndrome piramidal, ciática, sacroileitis, trocanteritis.
- En la rodilla nos podemos encontrar con condropatías, condromalacia rotuliana, inflamación de la pata de ganso, meniscopatías, rodilla del corredor.
- En el tobillo nos podemos encontrar con dolor en la articulación, esguinces de repetición, fracturas y tendinopatías.
- En el talón nos podemos encontrar con fasciopatía plantar, bursitis, fracturas de estrés, miopatía del abductor del hallux y neuropatías por atrapamiento.
- En el antepié nos podemos encontrar con deformidades como juanetes, dedos en garra, síndrome de predislocación, neuromas e incluso fracturas de estrés.
Recordemos que los pies son una parte fundamental del cuerpo, soportan el total del peso de nuestro cuerpo, siendo los encargados de que la presión y la carga se repartan de manera correcta. Tener una mala pisada, puede ocasionar lesiones en otras articulaciones. El primer paso, ante todo, es cuidar de nuestros pies, lo que nos permite la prevención de lesiones, de dolor y con ello nos permite ganar calidad de vida.